jueves, 9 de diciembre de 2010

TECHOS VERDES

LOS TECHOS VERDES AHORRAN ENERGÍA Y SON EFICACESCONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO
Dentro de los recursos utilizables por una arquitectura sostenible es importante la promoción y utilización de los techos verdes.
 Las plantas durante el proceso de fotosíntesis captan el dióxido de carbono del aire (CO2), emitiendo oxígeno (O2). Este proceso menguante a nivel del planeta, a causa del aumento de las emisiones de CO2, y la disminución dramática de las áreas verdes a todos los niveles, está produciendo el cambio climático, y su corolario el calentamiento global. Está tendencia está bien documentada y reconocida a todos los niveles decisorios.
  




Los techos verdes es una solución arquitectónica de historial centenario, que puede ayudar a invertir esta tendencia mediante un doble proceso:
1.      De una parte la utilización de esta tecnología aumentan el espacio ocupado por las zonas verdes en áreas urbanas y edificaciones aisladas, constituyendo un valioso biótopo con potencial para ayudar a invertir el proceso calentamiento global.


2.      El evitar el impacto directo de los rayos solares y las heladas sobre la cubierta de los edificios, estos aumenta su inercia térmica, disminuyendo el consumo energético, a la par que aumenta el confort climático de forma natural sin necesidad de depender masivamente de la calefacción y el aire acondicionado.
Dependiendo del tipo de cubierta vegetal elegido (intensiva o extensiva) tendríamos un aislamiento a través del soporte vegetal utilizado, que podría suponer la disminución de las temperaturas interiores de 6 a 8 ºC respecto de las temperaturas máximas exteriores, y un aumento de más de 12ºC respecto de las mínimas exteriores.
En tanto en cuanto se aumenten las superficies de techos verdes, se genera un micro clima urbano, aumentando la humedad natural del ambiente de la ciudad, reduciendo el diferencial de temperatura que actualmente existe entre zonas urbanas y áreas rurales.

Los techos verdes tienen otras ventajas que nos facilitan el confort y favorecen una arquitectura sostenible:
1.      En las zonas urbanas con alto impacto acústico por estar situadas en la proximidad de aeropuertos, vías férreas o autopistas, los techos verdes pueden atenuar el ruido de forma significativa: entre 30 y 40 decibelios.

2.      La  gran mayoría de las cubiertas tradicionales tienen duraciones limitadas por la influencia del tiempo. Los elementos meteorológicos: lluvia, frío, calor, ozono radiaciones ultravioletas y contaminación de todo tipo condicionan la funcionalidad y limitan la garantía en el tiempo. En contra partida, las diversas técnicas utilizadas en el acondicionamiento de los techos verdes garantizan una perfecta impermeabilización que una vez instalada, disminuyen el gasto en mantenimiento de azoteas y tejados.

3.      La vegetación en general regula la humedad del aire: cuando el aire está seco, evaporan el agua aumentando la humedad relativa del aire, y cuando el aire contiene una elevada cantidad de humedad lo disminuye mediante la formación de rocío, contribuyendo así al confort térmico. Adicionalmente, la humedad condensada es transmitida por las plantas al suelo que les sirve de soporte.

4.      Los techos verdes garantizan la utilización in situ de las aguas proveniente de la lluvia, y de la regeneración de las aguas grises. (Conexión artículo regeneración de aguas grises: HBiO).

5.      Las hojas de las plantas tienen la propiedad de adherir y/o absorber las partículas de suciedad, gases y aerosoles, filtrando de esa manera el polvo del aire, en donde abundan las sustancias nocivas producidas por vehículos, calefacciones y actividades industriales en general.

6.      Los techos verdes permiten la utilización de basura doméstica de tipo orgánico como fertilizante, con ahorro para el municipio.
7.      Posibilidad de disfrutar de un espacio verde dentro de un entorno urbano, y aumento del espacio útil de la vivienda.

8.       En caso de lluvias torrenciales como las provocadas por la gota fría, regula la escorrentía, si los techos verdes aumentasen de forma significativa, disminuirían las inundaciones generadas por las lluvias torrenciales, que a su vez se ven favorecidas por el cambio climático actual. En todo caso, ayudan a mejorar el funcionamiento de las depuradoras de agua los días de lluvia, al regular el caudal que reciben.

9.      Proporcionan alimentos con escaso gasto energético, precisamente en núcleos urbanos donde escasean la producción y abunda el consumo con ahorro en los gastos de transporte de los abastecimientos.

10.  A todos estas consecuencias positivas, los techos verdes aportan otras ventajas no desdeñables: aroma a hierbas silvestres en el caso de colocar plantas aromáticas en contraposición a los efectos producidos por determinados materiales expuestos al sol, efectos estéticos y sicológicos derivados de la belleza natural que se derivan de los espacios verdes que son en sí mismos un tratamiento paisajístico de bajo coste, así como la creación de espacios vitales para especies animales.


Conclusión: Los techos verdes constituyen una aportación incuestionable a la sostenibilidad, implicando en si mismo ventajas de confort, ahorro energético, y seguridad, que hacen que su sobrecoste en la construcción sea rápidamente amortizable. Constituirá en los próximos años una tecnología básica para contrarrestar el cambio climático y el mantenimiento de la calidad de vida en general.


El sistema constructivo Modulord  www.modulord.com, promociona viviendas económicas de todas dimensiones, y entre sus prestaciones está la de colaborar de forma múltiple a una arquitectura/construcción sostenibles mediante la utilización de materiales y sistemas reciclables, el uso de energías alternativas, la regeneración de aguas grises, y la utilización de techos verdes.


Datos y estadísticas:
El nivel del dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera podría duplicarse en los próximo 30 o 50 años. Los países más afectados son los principales en promover la reducción de emisión de los gases invernadero.
El dióxido de carbono es un gas incoloro, denso y poco reactivo. Forma parte de la composición de la capa de la atmósfera más próxima a la Tierra -la troposfera- en una proporción de 350 ppm. (partes por millón). Su ciclo en la naturaleza está vinculado al del oxígeno, y su balance es sumamente complejo, ya que existen interacciones entre la reserva atmosférica de este gas, las plantas que lo consumen en el proceso de fotosíntesis y las cantidades de CO2 que se transfieren desde la troposfera a los océanos. El aumento del contenido de dióxido de carbono en la atmósfera es un componente muy importante del cambio climático global, y posiblemente sea el mejor documentado. Sabemos que desde mediados del siglo XIX hasta hoy, el aumento de su concentración ha sido de al menos 80 ppm. Se estima que este aumento tiene origen en múltiples factores, entre los que se destaca el uso de combustibles fósiles y la quema de grandes extensiones de terreno con fines agrícolas. Si encontrásemos la manera de evitar que la concentración de este gas continúe aumentando, seríamos capaces de librarnos en gran medida los cambios climáticos que ya se están produciendo.

La NASA posee una gran cantidad de satélites orbitando nuestro planeta y tomando información muy valiosa para dar forma a todas las estadísticas que encontrarás dentro de este nuevo sitio ofrecido por la agencia espacial. Estas naves se encargan de estudiar todos los aspectos que intervienen en el comportamiento del clima y sus cambios, en elementos tales como los océanos, la atmósfera, la tierra, la biosfera y el sol. Entre los eventos más vigilados de cerca por esta constelación de satélites se encuentra el fenómeno climático conocido como “El Niño” y su contraparte, “La Niña”. En la actualidad, la corriente del niño (ENSO, El Niño-Southern Oscillation) está llegando por el Océano Pacífico hasta Sudamérica y se estima que durante 2010 traerá consigo una elevación anormal en la temperatura del agua. Esto provocará una disminución considerable de los vientos alisios, disminución de la actividad pesquera en la zona afectada, períodos muy húmedos y episodios de crecientes lluvias con intensidades anormales.
Por su parte, al elevarse la temperatura del agua sobre Sudamérica, las corrientes de agua fría se movilizan hacia la zona de Oceanía y el sudeste asiático, provocando lluvias escasas, enfriamiento del océano, baja formación de nubes, periodos muy secos, alta presión atmosférica, escasez de alimentos marinos, cultivos arruinados y escasez de agua en los ríos. En el resto del mundo las consecuencias no son muy diferentes, y el estudio de la temperatura de los océanos será la llave para la comprensión y preparación de las acciones que deberá llevar adelante el hombre para mejorar su hábitat y desacelerar esta máquina de aniquilación que es el calentamiento global. No te pierdas este excelente video donde NASA nos ilustra el complejo rompecabezas al que estamos expuestos, gracias a nosotros mismos, que debemos resolver para detener esta locura de autodestrucción.




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